La sostenibilidad ya no es una opción. Es una necesidad urgente y, sobre todo, una oportunidad estratégica para el sector agroalimentario. Ayer, durante la jornada ‘Sostenibilidad y estrategia agroalimentaria en la Comunidad Valenciana’, organizada por la Fundación Premios Rei Jaume I y Cajamar Caja Rural, la directora de Calidad y Sostenibilidad de Anecoop, Mari Carmen Morales Abad, compartió con los asistentes la visión del Observatorio de Sostenibilidad de Anecoop, un proyecto impulsado junto al área de I+D+i de Kiwa España, que ya está transformando la forma en que nuestras cooperativas entienden y aplican la sostenibilidad.
Frente a un auditorio repleto de referentes del sector —como Vicente Tejedo, Javier Quesada, Jesús García, Tomás García Azcárate, Eduardo Rojas, Ernesto Fernández o Manuel Laínez, entre otros—, Morales puso palabras al propósito del Observatorio.
Durante su intervención, explicó cómo el Observatorio permite traducir el compromiso cooperativo en decisiones estratégicas basadas en datos: “Estamos convirtiendo la sostenibilidad en una forma concreta de entender y transformar el sector agroalimentario”.
Porque el Observatorio no es solo una plataforma de análisis: es una atalaya digital que observa, mide e interpreta. Recoge datos del terreno, de las personas, de los procesos y de los territorios, y los transforma en conocimiento útil orientado a la acción. A través de algoritmos diseñados específicamente para el contexto agroalimentario, identifica patrones que permiten anticiparse, mejorar la eficiencia y reforzar la competitividad de las cooperativas.
Tal como señaló Morales, “esos patrones nos muestran oportunidades de mejora, e identifican la manera de transformar la sostenibilidad en una ventaja competitiva”. En ese mismo sentido, Tomás García Azcárate, economista especializado en Política Agraria Común y mercados agroalimentarios, incidía: “no hay agricultura sostenible en números rojos”. La sostenibilidad no solo debe ser técnica o medioambiental, sino también económica, medible y trazable.
El Observatorio, en este sentido, se convierte en una herramienta clave para alinear las estrategias de las cooperativas y empresas socias de Anecoop con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los marcos regulatorios actuales, como la taxonomía europea o la directiva CSRD.
Se trata de un modelo de trabajo que combina investigación aplicada, análisis de datos e inteligencia artificial para medir con rigor el impacto social, económico y ambiental de la actividad agroalimentaria.
Otro de los ejes fundamentales de la jornada, en los que varios ponentes coincidían, era la necesidad de la educación y formación en sostenibilidad entre los profesionales del sector. En este sentido, el Observatorio cuenta con el Campus de Sostenibilidad de Anecoop, un espacio de formación diseñado para capacitar a los técnicos y técnicas que están en el campo o en los despachos. Porque avanzar hacia un modelo sostenible requiere también un cambio de mentalidad y el desarrollo de nuevas competencias profesionales.
Durante la jornada también se abordaron temas clave como la innovación tecnológica, el futuro del mundo rural o la importancia de la cooperación en un contexto marcado por la fragmentación social. En palabras de Carlota de Dios, de Tierra Bobal: “Detrás de todo esto hay personas. Y en un mundo cada vez más individualista, necesitamos más colaboración, más conciencia colectiva. Y las personas y empresas son los aceleradores de la transformación”.
En Anecoop, ese espíritu cooperativo no solo forma parte de nuestra identidad, sino que es el motor de cada uno de nuestros proyectos. Y en el Observatorio de Sostenibilidad, lo medimos, lo activamos y lo proyectamos hacia el futuro. Porque solo con datos precisos, alianzas sólidas y una visión compartida podremos construir un sector agroalimentario más justo, competitivo y sostenible.
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